La alergia primaveral, también conocida como rinitis estacional o fiebre del heno, es una alergia causada por el polen de las plantas y que se manifiesta por una respuesta exagerada del sistema inmune cuando, mediante la respiración, el polen entra en las fosas nasales.
Las plantas que más alergias provocan son las gramíneas y olivo, ambas muy abundantes en Europa. Además, otras plantas como las paritarias, palmeras, plataneros y cipreses poseen también pólenes muy alergénicos.
La reacción alérgica en medio urbano puede ser más intensa que en el medio rural. Esto se debe a que, en las ciudades, debido a la contaminación, las mucosas nasales se encuentran inflamadas favoreciendo la absorción de antígenos polínicos.
Los síntomas más comunes son:
– Inflamación de la mucosa nasal con congestión y goteo.
– Lagrimeo, picor y enrojecimiento de los ojos.
– Estornudos.
– Dolor de cabeza.
¿Qué medidas podemos tomar para disminuir las molestias?
- El uso de mascarilla que en este caso nos va a venir muy bien cuando estemos sobre todo en la calle.
- Evitar salir a la calle a primera hora de la mañana y al atardecer que es cuando más altos están los niveles.
- Hay que evitar tocar las plantas con las manos, podar los árboles o cortar el césped.
- Protegerse los ojos con gafas de sol.
- En los días fríos, húmedos y lluviosos, la mayor parte del polen va al suelo. Sin embargo, los días calientes, secos y ventosos son más propensos a tener una gran cantidad de polen en el aire y por lo tanto es más fácil que entre por las fosas nasales.
- En casa es recomendable no barrer sino pasar la aspiradora y utilizar bayetas húmedas para quitar el polvo.
- Es recomendable mantener las habitaciones cerradas y húmedas.
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