Además de ser responsable de más de 2,5 millones de muertes en todo el mundo, la pandemia de Covid-19 ha provocado un aumento de los problemas de visión en los niños.

Un grupo de expertos sobre visión y salud (Vision Impact Institute of Dallas, National Association of School Nurses, Essilor Vision Foundation, Pennsylvania Optometric Association,  Neuro-Vision Associates of North Texas) destaca los efectos en la visión de los niños, tras el aumento del uso de dispositivos virtuales después de un año de pandemia.

Los niños están experimentando cambios de visión debido a un tiempo adicional delante de la pantalla y menos tiempo al aire libre. Han aumentado las tasas de miopía, tensión ocular y dificultades para mover el enfoque de visión de cerca y de lejos.

Para probar este punto, un estudio de China publicado a principios de enero de este año analizó el comportamiento de 120 niños chinos durante la cuarentena de Covid-19 en 2020. Los resultados indican que hubo un aumento de tres veces superior, en los casos de miopía en niños de edad avanzada, 6 a 8, en comparación con los cinco años anteriores.

Otra encuesta, publicada en agosto de 2020 por SuperAwesome, señala que los jóvenes aumentaron el tiempo que pasan frente a las pantallas en un 50%. Esto complementa los resultados de la investigación china sobre el aumento de los problemas de visión en niños registrado en el país.

La conexión entre la visión y el aprendizaje es crucial para el futuro de los niños, ya que el ochenta por ciento del aprendizaje es a través de los ojos. La sensibilización y la promoción basada en la evidencia seguirán siendo clave para abordar esta necesidad de salud pública.

¿Es posible atenuar el daño en la visión de los niños?

Si, es posible paliar el daño causado por el uso excesivo de ordenadores, tablets y móviles.

Una manera de hacerlo es la regla del 20. Se debe hacer una pausa de 20 segundos cada 20 minutos que pase frente a las pantallas. Esto debería garantizar un descanso, aunque sea mínimo, para la vista de los niños. 

Otros factores como una buena iluminación y, sobre todo, las visitas periódicas al oftalmólogo pueden prevenir mayores daños en los ojos.