Un diagnóstico de cáncer es perturbador a cualquier edad, especialmente cuando el paciente es un niño. 

Se han realizado muchos estudios para tratar de encontrar las causas, la mayoría son de origen genético, pero hay pocos cánceres causados por factores ambientales o relacionados con los hábitos en esas edades. Las medidas de prevención del cáncer en los niños deben centrarse en los comportamientos que impedirán que presenten cánceres prevenibles cuando sean adultos.

Prevención y diagnóstico

Algunas infecciones crónicas, como las que ocasionan el VIH, el virus de Epstein-Barr y los parásitos que causan el paludismo, constituyen factores de riesgo de cáncer infantil. Otras infecciones pueden incrementar las posibilidades de que los niños presenten cáncer en su vida adulta, por lo que es importante vacunarlos (contra la hepatitis B para prevenir el cáncer hepático y contra el virus del papiloma humano para prevenir el cáncer de cuello uterino) y aplicar otros métodos, como el diagnóstico precoz y el tratamiento de las infecciones crónicas que pueden provocar cáncer.

Los datos actuales indican que aproximadamente el 10% de los niños que padecen cáncer tienen una predisposición genética. Es necesario continuar investigando para conocer los factores que inciden en el desarrollo de cáncer en los niños.

Los tipos más comunes de cáncer diagnosticados en niños de 0 a 14 años de edad son leucemias, cáncer de encéfalo y otros tumores del sistema nervioso central (SNC), y linfomas.

Dado que, por lo general, el cáncer en los niños no se puede prevenir, la estrategia más eficaz para reducir su carga y mejorar la evolución clínica es centrarse en el diagnóstico precoz, correcto y en su tratamiento eficaz, adaptado y basado en datos científicos.

En 2018, la OMS puso en marcha, junto con algunos asociados, la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, que ofrece a los gobiernos asistencia técnica y en materia de liderazgo para establecer y mantener programas de calidad para atender a los niños con cáncer. La finalidad de esta iniciativa es alcanzar una tasa de supervivencia de, como mínimo, el 60% en todo el mundo de aquí a 2030, es decir, prácticamente duplicar el porcentaje actual y salvar así un millón más de vidas infantiles en los próximos diez años. 

Los objetivos específicos son los siguientes:

• Reforzar la capacidad de los países para aplicar las mejores prácticas en la atención al cáncer infantil; 
• Dar más prioridad al cáncer infantil en los planos nacional, regional y mundial.

Los países pueden aprovechar el marco CureAll («Curar a todos») y su conjunto de recursos técnicos desarrollados en el marco de esta Iniciativa para evaluar su capacidad actual, establecer prioridades, fundamentar las inversiones, elaborar protocolos de tratamiento basadas en datos científicos y hacer un seguimiento de los progresos realizados. 

Además, los países y otros asociados disponen de un portal en internet para compartir información y facilitar el intercambio de conocimientos.

La OMS y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) colaboran con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otros asociados y organizaciones de las Naciones Unidas con el fin de:

• Aumentar el compromiso político con el diagnóstico y el tratamiento del cáncer infantil;
• Prestar apoyo a los gobiernos a fin de establecer centros y sucursales regionales de calidad para luchar contra el cáncer que garanticen el diagnóstico precoz y preciso y tratamientos eficaces para los niños afectados;
• Elaborar normas y herramientas para ayudar a planificar y aplicar intervenciones relacionadas con el diagnóstico precoz, el tratamiento, los cuidados paliativos y la atención a los supervivientes, tomando en cuenta las características propias de los cánceres infantiles;
• Mejorar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales y asequibles; y
• Ayudar a los gobiernos para que las familias de niños con cáncer no sufran dificultades económicas ni aislamiento social como consecuencia de la atención oncológica.

La Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil se enmarca en la aplicación de la resolución WHA70.12 (Prevención y control del cáncer en el contexto de un enfoque integrado) de la Asamblea Mundial de la Salud, que insta a los gobiernos y a la OMS a agilizar las medidas encaminadas a lograr las metas previstas en el Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, entre ellas reducir la mortalidad prematura a causa de estas enfermedades y alcanzar la cobertura sanitaria universal.

ENFERMERIA ESCOLAR Y EL CÁNCER

Los colegios con enfermería escolar pueden ofrecer muchas ventajas para estos alumnos y sus familias no sólo en el cuidado profesional (controles, monitorización, evaluación, etc.) durante su estancia en los colegios, sino también el posibilitar el reducir absentismo y el que estos puedan seguir teniendo una vida lo más normalizada posible; factor que contribuye de forma decisiva a mejores recuperaciones, reincorporaciones a la habitual tras largos periodos de hospitalización, o paliar de forma más llevadera su difícil situación. 

Somos un garante de sus derechos básicos de salud y educación, evitamos la exclusión e incluso (fomentando la educación para la Salud entre la comunidad educativa), evitamos la discriminación de la que en muchos casos suelen, además, ser victimas. 

Referencias:

-https://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/apoyo-a-quien-cuida/padres

-https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer-in-children