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peligros ocultos de las cachimbas

Las cachimbas y cigarrillos electrónicos se han popularizado en los últimos años. 

Debido a la publicidad y promoción que se está haciendo de ellos, estos dispositivos están siendo cada vez más consumidos, sobre todo por la población joven, al tiempo que se están extendiendo algunos conceptos erróneos sobre sus efectos y riesgos. 

Muchos bares y discotecas les han abierto la puerta. Así, ya es posible encontrar cachimbas en multitud de lugares más allá de las teterías y su venta en tiendas físicas o por internet.

Cachimbas, elemento socializador barato

Los menores de edad han encontrado en estos productos un elemento socializador barato (los 50 gramos del producto que se pone a la cachimba rondan los dos euros), aunque en algunas discotecas puede cobrarse una sesión hasta diez veces más, tal y como relata el responsable del área de Prevención en Proyecto Hombre Málaga, Miguel Neira. 

Ellos conforman una parte importante del público consumidor de estos productos, también conocidos como ‘shishas’ a pesar de que la ley antitabaco (Ley 28/2005, de 26 de diciembre) prohíbe tajantemente “vender o entregar a personas menores de dieciocho años productos del tabaco, así como cualquier otro producto que le imite e induzca a fumar”. Dicho de otro modo, el consumo de pipas de agua en menores está prohibido, contengan o no tabaco.

El consumo de los cigarrillos electrónicos y vapeadores ha sufrido un gran aumento en los últimos años, especialmente en la población juvenil. La encuesta ESTUDES de 2018 refleja que el 48,4% de estudiantes entre 14 y 18 años refiere haberlos utilizado en alguna ocasión en la vida, cifra muy superior a la del 20,1% que lo habían indicado en la encuesta previa del 2016/17.

A pesar de ello, hace dos años Proyecto Hombre realizó en Málaga un estudio, en colaboración con la Asociación Cívica para la Prevención, que reveló que el 49,6% de los menores entre 11 y 16 años fuman en cachimba, con una edad media de inicio en estas prácticas de unos 13 años. 

Málaga es, junto con Valencia, uno de los focos de este fenómeno en España en los que la Guardia Civil lleva años intensificando las inspecciones y, con ellas, las denuncias. En el conjunto de irregularidades se encuentra también el incorrecto etiquetado de los productos que se fuman, en los que, según algunos estudios, como el de la Universidad de Buffalo, la cantidad de nicotina que se refleja puede llegar a ser hasta 236% inferior a la realidad.

El mito de lo inocuo

Uno de los problemas es que se ha normalizado su consumo, porque no se es consciente de los peligros que entraña. Se habla, incluso, de cómo la cachimba se ha convertido en un regalo de cumpleaños habitual.

En esta misma línea el doctor Juan Antonio Riesco, neumólogo del Hospital Universitario de Cáceres, indica que “existe cierta confusión social acerca del perfil de seguridad de estas nuevas formas de tabaquismo, ya que se intentan introducir como formas de fumar de “bajo riesgo” o incorporando los conceptos de “reducción de daños”.

Sin embargo, la realidad es bien distinta y en buena parte de los casos que llegan a Proyecto Hombre por presentar problemas de comportamiento en casa o haber detectado consumo de hachís, “las pipas de agua han servido de puente” a esos trastornos, además de ocultar otra serie de riesgos.

Peligros ocultos de los cigarrillos electrónicos

  • Al consumir cigarrillos electrónicos, los aerosoles que generan están compuestos por sustancias específicas como glicerina vegetal, propilenglicol, y los derivados de sus aromas y saborizantes. Además, contiene otras sustancias que también están presentes en el tabaco convencional como nicotina (en muchas ocasiones), nitrosaminas, formaldehído, partículas PM 2.5, silicatos, partículas metálicas, etc.
  • El consumo de cachimbas dentro de los establecimientos únicamente está permitido por la ley siempre y cuando no contengan tabaco y quien haga uso de ellas sea mayor de edad. El sustituto del tabaco en estos productos es el shiazo, un mineral empapado en glicerina vegetal aromatizada y endulzada con diferentes sabores. A pesar de esta ausencia de nicotina, los riesgos que entraña fumar en cachimba no se eliminan del todo.

Uno de los problemas que suele pasar inadvertido es el de transmisión de enfermedades infecciosas al compartir la boquilla entre los participantes de una reunión de amigos. 

Los riesgos de compartir una pipa de agua van desde mononucleosis, resfriados, estreptococos y ahora también potencialmente el COVID. Estos riesgos se amplifican por la proximidad de quienes comparten la pipa de agua y por toser en la cara de los demás mientras se utilizan. 

Por el contrario, fumar cigarrillos suele ser una actividad de una naturaleza más individual. Lo cual no quiere decir que sea saludable. Además, y como precisa Neira, “aunque las boquillas se suelen lavar entre unas sesiones y otras, lo que no se hace con la misma frecuencia es el tubo y eso también entraña riesgos”.

Por otro lado, buena parte de los problemas vienen derivados del carbón que se utiliza para la combustión, cuyas partículas son absorbidas por la persona fumadora. En contra de la creencia popular de que el agua filtra el humo –que no es vapor porque el agua no se calienta lo suficiente-, lo único que hace es condensarlo, lo que lo hace más concentrado y nocivo, pudiendo llegar a encharcar los pulmones, según precisan desde Proyecto Hombre.

Como alternativa al carbón y para paliar estos problemas, algunas pipas de agua incorporan carbones eléctricos, pero estudios como los llevado a cabo en la Universidad de Cincinnati demostraron que esto puede llegar a ser, incluso, más perjudicial. Según este estudio, el carbón eléctrico es capaz de destruir un 70% más de células pulmonares que el carbón tradicional.

Los aromatizantes suelen estar basados en aceite y el aceite es increíblemente inflamatorio y dañino para las pequeñas vías respiratorias de los pulmones.

Cuando lo que se fuma, además, contiene tabaco, los riesgos se multiplican exponencialmente, pues además de los ya mencionados se incorporan otros nuevos que superan con creces a los cigarrillos. Así lo expuso un estudio de la Universidad de Pittsburgh, que comparó una sesión de cachimba con un cigarrillo: el consumo de una shisha con tabaco suponía 125 veces más humo (otros estudios hablan hasta de 200 veces más); 25 veces más alquitrán; 2,5 veces más nicotina y 10 veces más monóxido de carbono. Traducido en cigarrillos, algunos expertos establecen la equivalencia de entre 25 y 50 cigarrillos para una sesión de pipa de agua.

Este tipo de productos genera adicción y sus componentes están relacionados con muchos efectos perjudiciales como las enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias o cáncer, propios del consumo de tabaco. 

Enfermería Escolar

Desde enfermería escolar ofrecemos a los jóvenes y adolescentes talleres de tabaquismo y adicciones. 

El objetivo es que los alumnos consigan el mayor grado de conciencia crítica a partir de la adquisición de conocimientos y habilidades que favorezcan el desarrollo de estilos de vida saludables, que entiendan que cualquier adicción es una enfermedad y por tanto se debe afrontar como tal.

Por otro lado, el consumo de sustancias o comportamientos adictivos perjudiciales se experimenta cada vez a edades más tempranas por lo que se hace fundamental introducir este concepto mucho antes de que ya sea un comportamiento adquirido.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE NUESTRO TALLERES

  • Posicionar la adicción como una enfermedad de la que no debe sentirse avergonzado en pedir ayuda.
  • Hacerles entender que es muy fácil sucumbir a las adicciones.
  • Darles información sobre los peligros reales de las adicciones. 
  • Crear conciencia crítica para en afrontamiento de las situaciones actuales o futuras. 
  • Hacerles ver que ellos pueden tener el control y ser apoyo para otros.

OBJETIVOS GENERALES DE NUESTROS TALLERES

  • Describir las adicciones empezando por las más generalizadas en su rango de edad.
  • Alertar sobre los peligros reales a corto y largo plazo.
  • Sensibilizar e informar sobre el impacto positivo que, para su salud, tienen evitar los comportamientos. 
  • Abusivos o consumos de sustancias tóxicas.
  • Promocionar hábitos de vida saludable. 
  • Realizar el seguimiento y evaluación de resultados. Los peligros reales de fumar y sus consecuencias. Hábitos saludables para llevar una vida sana

 

Más información:

Folleto-Cachimba Proyecto Hombre Granada

Vídeo Cachimbas ¿Quién consume a quién? Asociación Cívica para la Prevención.

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