Desde hace varios años asociaciones docentes, AMPAS y sociedades sanitarias han reclamado que la figura de la enfermera escolar se generalice. Esta petición no es algo reciente, sin embargo, luego de la muerte de un estudiante en un instituto que hizo viral una profesora malagueña esta demanda social ha vuelto a cobrar vigencia.
La enfermera escolar es algo más común de encontrar en colegios privados que en públicos. Y aunque existen leyes que indican que en institutos con 250, 500 o más estudiantes y trabajadores debe haber la figura de enfermera, la realidad es que, en muchos colegios estas cifras se multiplican y no hay una enfermera escolar en la institución.
Por supuesto, esto no es igual para todas las autonomías, por ejemplo, donde hay más presencia de enfermeras es en Ceuta y Madrid, que encontramos 16 y 700 respectivamente. Mientras que otras comunidades tienen personal sanitario vinculado a los centros, pero según el Consejo Escolar de Enfermería no se consideran estrictamente enfermeras escolares.
Las AMPA y los docentes llevan años exigiendo que cambie esta situación. Para que en cada colegio haya personal sanitario capacitado que pueda atender a los niños en situaciones comunes o de gravedad. Una enfermera escolar puede atender en caso de alergias, caídas graves, dar seguimiento a condiciones de salud tanto crónicas como agudas, incluso hablar de educación emocional, educación sexual y de nutrición.
A pesar de esto, y las exigencias que se han presentado a las autoridades, en España aproximadamente hay una enfermera por cada 8.500 alumnos, la recomendación es de una por cada 750.