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Millones de personas en todo el mundo sufren de asma, muchos de los cuales son niños. El asma y el ejercicio físico pueden ser una combinación complicada para los niños. Si bien es importante que todos los niños se mantengan activos, los que padecen asma deben tomar precauciones adicionales al realizar actividad física.

Beneficios del ejercicio para los síntomas del asma

Hacer ejercicio proporciona muchos beneficios para la salud física y mental de los niños, especialmente aquellos con asma.

La actividad física regular ayuda a reducir la gravedad y la frecuencia de los ataques de asma, mejorar la capacidad respiratoria y aumentar la función pulmonar tanto en niños como en adultos. Para las personas con asma, el ejercicio físico regular puede tener muchos beneficios para la salud cuando se realiza de manera correcta y segura.

Pautas para el ejercicio físico con asma

Cuando se trata de ejercicio físico y asma, existen ciertas pautas que deben seguirse para garantizar la seguridad de los niños con asma.

Se recomienda tener en cuenta estos cuatro puntos clave al realizar una actividad:

1.- Calentamiento. Realizar un calentamiento adecuado (suave y progresivo) antes de hacer ejercicio va a ayudar a minimizar el riesgo de un ataque de asma mientras esté activo.

2.- Prestar atención a las condiciones meteorológicas si se va a hacer ejercicio al aire libre. Las altas temperaturas combinadas con la alta humedad pueden provocar un aumento de las dificultades respiratorias que deben evitarse en la medida de lo posible.

3.- Control de los niveles de calidad del aire. Es importante evitar la exposición al humo, polvo u otros desencadenantes del asma y se recomienda comprobar si los niveles de polen son más altos de lo normal. En estos casos será mejor posponer la actividad física o hacerla en el interior.

4.- Uso de medicamentos. El uso de un inhalador 10-15 minutos antes del ejercicio también puede ayudar a reducir el riesgo de exacerbación o desencadenamiento de síntomas durante el ejercicio.

Usar los medicamentos recetados según las indicaciones del médico ayudará a controlar los síntomas durante el ejercicio físico y evitará que se produzcan ataques durante la actividad.

Elegir ejercicios apropiados

Para los niños con asma, el ejercicio físico es una parte importante de un estilo de vida saludable. Les puede ayudar a controlar el asma y mejorar su calidad de vida. Sin embargo, es esencial elegir el tipo correcto de ejercicios para garantizar una experiencia segura y agradable.

Las actividades físicas deben adaptarse específicamente a las necesidades individuales de cada niño con asma. Por ejemplo, algunos niños pueden beneficiarse de ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, mientras que a otros les puede ir mejor con actividades más intensas, como correr o practicar deportes de equipo como fútbol o baloncesto.

En cualquier caso, los padres deben monitorear de cerca la respuesta de su hijo a ciertas actividades, observando cualquier signo o síntoma que pueda indicar un ataque de asma debido a la rutina de ejercicios elegida. Además, es importante que el niño tome descansos regulares durante la actividad física para no esforzarse demasiado y empeorar aún más su condición.

Con las precauciones y la planificación adecuadas, no hay razón por la que el ejercicio físico no deba ser una parte agradable de la vida de un niño.

Las Enfermeras Escolares de School Nurses han elaborado una infografía que puedes descargar, imprimir y compartir en tu colegio.

En School Nurses SUMAMOS SALUD

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