¿Cómo afectan las pantallas a la salud visual de los niños y niñas?
En un mundo en el que la tecnología se ha vuelto omnipresente, es evidente que nuestros niños y adolescentes se encuentran expuestos a pantallas electrónicas desde edades cada vez más tempranas.
Ya sea por motivos educativos o de entretenimiento, existe una exposición prolongada y, a veces, carente de control a móviles, tabletas y ordenadores que puede acabar afectando a la salud visual.
Luz Azul ¿Mito o Realidad?
Gafas con filtros, pantallas que reducen su impacto… Uno de los temas más debatidos con relación al uso de las pantallas es el efecto de la luz azul en nuestros ojos.
Durante el día, la luz azul natural del sol nos ayuda a mantenernos alerta y regula nuestro ritmo circadiano, lo cual es esencial para un ciclo de sueño saludable. Sin embargo, la luz azul artificial, aquella emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos tiene una intensidad mucho mayor, lo que sumado a una exposición prolongada, especialmente en las horas previas al sueño, puede alterar nuestro sueño y causar fatiga visual.
En el caso de los niños se añade otra preocupación: sus ojos están aún en desarrollo y son más sensibles a los efectos potencialmente dañinos de la luz azul.
Sus lentes oculares son más transparentes, lo que permite que una mayor cantidad de luz penetre y alcance la retina; esto aumenta el riesgo de fatiga visual y, a largo plazo, también podría tener implicaciones en su salud ocular.
El impacto de las pantallas en la vista de los niños
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas alerta sobre el incremento en el riesgo de desarrollar miopía en niños debido al uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Esto se atribuye a varios factores críticos:
¿Qué síntomas pueden indicar problemas de visión?
Detectar a tiempo problemas visuales en niños es vital para su aprendizaje y adaptación al entorno escolar. Según el Colegio de Ópticos y Optometristas, los siguientes síntomas pueden indicar dificultades visuales:
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Fatiga ocular.
- Perderse al leer o usar el dedo como guía.
- Sensibilidad excesiva a la luz.
- Exceso de lágrimas.
- Evitar tareas que requieran esfuerzos visuales.
- Cerrar un ojo para enfocar al leer o ver la televisión.
- Acercarse demasiado a la TV o a los libros.
- Frotarse los ojos frecuentemente.
- Entrecerrar los ojos o inclinar la cabeza para ver mejor.
- Bajada en el rendimiento académico.
- Incomodidad al usar dispositivos electrónicos.
Recomendaciones de la Enfermera Escolar
Conseguir el correcto cuidado de los ojos y proteger la salud visual de los niños respecto al uso de pantallas es muy sencillo si se siguen las siguientes recomendaciones:
1.- Establecer límites de uso. Se debe determinar un máximo diario de tiempo frente a las pantallas y ajustado a la edad.
Según los profesionales sanitarios, este sería el tiempo de exposición a las pantallas recomendado:
- Menores de 2 años: Evitar las pantallas. A esta edad, el cerebro se desarrolla rápidamente, y las interacciones cara a cara con cuidadores y el juego físico son cruciales para el correcto desarrollo.
- De 2 a 5 años: Limitar el tiempo de pantalla a media hora o no más de una hora al día. Durante este período, debemos priorizar contenidos educativos de alta calidad y asegurar que el uso de pantallas no reemplace el tiempo dedicado a actividades físicas y el sueño adecuado.
- De 6 a 12 años: Limitar la exposición a una hora al día sin que el uso de pantallas interfiera con las horas de sueño recomendadas, la actividad física diaria y otras conductas saludables.
- De 12 a 15 años: Una hora y media, prestando especial atención al contenido al que acceden.
- Más de 16 años: Dos horas. La recomendación principal es que sus dormitorios estén libres de pantallas.
¡Recuerda!
Debemos evitar la exposición a pantallas durante las comidas y al menos una hora antes de dormir.
2.- Fomentar pausas: para prevenir la fatiga ocular se deben realizar pausas regulares para descansar la vista. Cada 20 minutos se pueden mirar objetos que estén a distancia para relajar la vista, por ejemplo, mirando por la ventana al menos 20 segundos.
3.- Iluminación adecuada: Ajustar el entorno para evitar reflejos y contrastes fuertes que puedan causar fatiga ocular.
4.- Distancia saludable: Enseñar a los niños la importancia de mantener una distancia adecuada entre sus ojos y las pantallas. Por ejemplo, el equivalente al largo de su antebrazo. Así minimizamos el esfuerzo ocular y se protege la visión a largo plazo.
La protección de la salud visual de los niños en un mundo totalmente digitalizado requiere un esfuerzo conjunto y consciente.
Las familias, los profesores y las enfermeras escolares han de trabajar de la mano para implementar límites en el uso de pantallas, promover prácticas saludables y realizar controles visuales regulares para asegurar que niños y adolescentes disfruten de la tecnología de manera segura y saludable.
La presencia de la Enfermera en el Colegio puede marcar una gran diferencia en la detección temprana y el tratamiento efectivo de problemas visuales en los niños, pues es personal sanitario cualificado para la realización de exámenes visuales básicos.
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