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Enfermera Escolar

Los problemas o trastornos del sueño son un problema común entre los niños. Muchos padres están familiarizados con las dificultades para acostar a sus hijos, pero es posible que no sepan que la falta de sueño puede conducir a un problema mayor.

La falta de sueño está relacionada con un menor rendimiento académico, falta de atención, hiperactividad y mala salud.

Cuando un niño no duerme bien influye en su desarrollo, en su estado de ánimo y en su comportamiento. Pueden estar irritables, tener dificultad para concentrarse e incluso les puede provocar problemas de depresión o ansiedad.

Una buena noche de descanso es esencial para permitir que los niños se desarrollen mental, emocional, conductual y físicamente, por lo que es fundamental prestar atención a cualquier signo que indique un posible problema con los patrones de sueño de los niños.

¿Qué causas provocan problemas del sueño?

Los problemas o trastornos del sueño pueden ser causados por una variedad de factores ambientales y de estilo de vida que pueden provocar patrones de sueño deficientes en los niños.

Los horarios irregulares a la hora de comer o no acostarse a la misma hora todas las noches pueden provocar a los niños dificultad para conciliar el sueño o que no permanezcan dormidos durante la noche. También la nutrición juega un papel importante, cenar alimentos saludables y fáciles de digerir es esencial para una buena noche de descanso.

Sin embargo, también puede haber causas médicas, como enfermedades neurológicas o psicológicas que pueden interferir con la capacidad de un niño para dormir de manera adecuada y reparadora. Las enfermedades neurológicas pueden afectar los complejos procesos corporales necesarios para un sueño profundo y reparador, mientras que los trastornos psicológicos pueden provocar pesadillas, terrores nocturnos e insomnio.

Es importante que los padres consulten a su pediatra si sospechan alguna condición médica subyacente o si su hijo tiene dificultad para dormir incluso después de implementar hábitos saludables. Un médico podrá diagnosticar cualquier posible problema médico y brindar la atención o las opciones de tratamiento adecuadas.

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5 buenos hábitos que mejoran el sueño infantil

Estos son algunos hábitos simples que la Enfermera Escolar recomienda a las familias y que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño de los niños.

1.- Establecer una rutina constante a la hora de acostarse.

Esta es una de las mejores y más sencillas formas de mejorar la calidad del sueño de los niños. Fijar horarios constantes para acostarse incluso los fines de semana ayuda a regular su reloj interno, lo que facilita que se duerman por la noche y se mantengan alerta durante el día.

Con una rutina establecida los niños aprenderán a relajar el cuerpo y la mente para que puedan conciliar el sueño más fácilmente cada noche. Esta rutina incluye cosas como bañarse, cepillarse los dientes y hacer pis, leer un cuento juntos o escuchar música relajante antes de arroparlos en la cama.

2.- Crear un ambiente apropiado para dormir

Mantener los dormitorios con una temperatura ambiente agradable, las temperaturas demasiado frías o calientes impiden conciliar el sueño con facilidad y que permanezcan dormidos por más tiempo. Además, las persianas o cortinas opacas pueden ayudar a bloquear cualquier luz que pueda interferir con una buena noche de sueño.

3.- Reducir el tiempo de pantalla antes de acostarse

La exposición excesiva a las pantallas puede interrumpir la producción natural de melatonina en el cuerpo, lo que dificulta conciliar el sueño. Se recomienda apagar todos los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse.

Hay actividades alternativas que ayudan a los niños a relajarse después de un largo día, como leer un libro, jugar un juego de mesa o escribir un diario. Así podrán relajarse mental y emocionalmente mientras desarrollan otras habilidades como la resolución de problemas y la creatividad.

4.- Evitar la cafeína al final del día

La cafeína causa un aumento en los niveles de energía que puede impedir que su hijo obtenga la calidad de sueño que necesita para ser más productivo durante el día. Esto significa evitar las bebidas con cafeína como los refrescos y el chocolate que contiene cafeína natural que también debe limitarse antes de acostarse.

5.- Dieta saludable.

Mantener una dieta saludable es uno de esos hábitos al que los padres deben prestar especial atención, ya que los alimentos que comen y beben sus hijos tienen un impacto crítico en la forma en que duermen. Comer demasiado o no lo suficiente de ciertos nutrientes dará lugar a una noche inquieta, ya que los procesos naturales del cuerpo luchan por mantenerse al día con lo que necesita.

Para asegurarse de que los niños reciban todos los nutrientes necesarios para dormir bien, los padres deben centrarse en proporcionar comidas equilibradas durante todo el día que contengan proteínas, carbohidratos, frutas y verduras.

No debemos subestimar la importancia de los hábitos saludables para mejorar la calidad del sueño de los niños.

Por eso, las enfermeras escolares de School Nurses imparten Talleres de Alimentación Saludable a niños de entre 6 y 12 años para enseñarles cómo una alimentación saludable y la práctica de ejercicio son la clave para conseguir un buen descanso.

Siguiendo estos consejos, los padres pueden ayudar a sus hijos a tener el sueño reparador que necesitan para desarrollarse adecuadamente y mantenerse saludables.

Contacta con nosotros si quieres recibir esta formación en tu Colegio.

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